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Víctor
Neumann Lara
Investigación
en ciencias exactas
Víctor
Neumann Lara no es sólo un gran matemático. Es un hombre
con muchas facetas unidas por un núcleo, por una filosofía:
su amor a la vida. En términos de una metáfora matemática,
podría decirse que es un espléndido poliedro.
Nace
en Huejutla, Hidalgo, aunque desde muy pequeño reside en la ciudad
de México. Realiza su licenciatura en matemáticas y estudios
de postgrado en la Facultad de Ciencias de la UNAM y, en las universidades
de París y de Clermont-Ferrand, en Francia, lleva a cabo estudios
de especialización en álgebra y lógica, becado por
el gobierno francés.Su
campo de especialidad es la teoría de gráficas y la topología
de conjuntos y, de hecho, es fundador en nuestro país de una escuela
de investigadores que se dedican a esta rama de las matemáticas.
Con gran visión de futuro, Neumann supo prever, desde una época
temprana, la importancia de este campo de las matemáticas que,
con el paso de los años, y sin duda gracias a sus aportaciones,
se ha convertido mundialmente en una de las especialidades de crecimiento
más dinámico y que más interés ha tenido entre
ingenieros y técnicos para su aplicación en las ciencias
de computación.
Su
labor en la formación de matemáticos mexicanos ha sido fundamental
y de ello dan testimonio sus más de 100 cursos impartidos desde
1956 en diferentes universidades del país y del extranjero. Víctor
Neumann es un maestro creativo y amoroso; recurre en sus cursos a la combinatoria
mitológica: sirenas y esfinges, para motivar el surgimiento de
la matemática discreta. Inventó el timbiriche huaxteco y
otos juegos para que sus alumnos aprendieran gráficas, y siempre
lleva en la bolsa de su camisa un arco iris que le permite, mediante finos
trazos policromáticos y menuda letra, plasmar una idea y transmitirla
a sus alumnos. Ha dirigido 16 tesis de licenciatura, una de maestría
y dos de doctorado.
Es
investigador titular c en el instituto de Matemáticas de la UNAM
desde el 1 de abril de 1980 y ha sido investigador invitado en universidades
de Canadá, en la Universidad de Puerto Rico, en la Academia de
Ciencias de Cuba y en la Universidad Blaise Pascal, en Francia. En su
producción científica destacan sus 35 artículos publicados
en revistas de prestigio internacional, dos más en prensa y nueve
artículos sometidos para su publicación que, por su trascendencia,
han merecido 125 citas de los más destacados matemáticos
en le área. El trabajo de investigación de Neumann ha servido
para que investigadores de altísimo nivel internacional, entre
ellos tres de los matemáticos considerados como los mejores de
este siglo, profundicen en sus ideas.
En
1982, introduce el concepto de número dicromático de una
digráfica, como generalización natural del bastamente estudiado
número cromático de una gráfica. El número
dicromático se ha utilizado además en la Teoría de
Núcleos y en la Teoría de Torneos como parámetro
para demostrar la existencia de digráficas de cierto tipo. Víctor
Neumann ha trabajado también en algunos temas relacionados con
la Teoría de juegos, y sus resultados han llamado fuertemente la
atención de muchos especialistas de primera línea que han
hecho generalizaciones y variaciones sobre el trabajo de Neumann.
Ha
participado en cerca de 40 congresos nacionales e internacionales, en
múltiples conferencias de divulgación, en mesas redondas
y talleres y presidió una sesión del Sexto Coloquio Húmgaro
sobre Combinatoria. Es investigador nacional nivel III y miembro del Seminario
de Problemas Científicos y Filosóficos. Pertenece a la Sociedad
Matemática Mexicana y a la Sociedad Matemática Francesa.
Víctor
Neumann es un incansable y lúdico amante de la naturaleza; su mente
crea poéticas im‡genes de colorido inusitado que de repente brotan
y, para fortuna de todos, quedan plasmadas en el papel. Víctor
ama la vida y le canta; es, además de matemático, sensible
poeta. Pero también es un luchador y promotor, creador de su propia
escuela y ambiente: ha organizado, en la provincia de su amado país,
diez coloquios de teorías de gráficas, de combinatoria y
de sus aplicaciones; coloquios que, como los describen sus asistentes,
han tenido aroma de café y arrullo de pirecua; añoranza
prehispánica y poesía lopezvelardiana.
Su
familia, su maestro Alberto Barajas, sus amigos y sus alumnos se dicen
seducidos por la enorme creatividad de este matemático-poeta. Hoy,
su muy querida Alma mater le otorga, por mi conducto, este merecido reconocimiento.
Mi más sincera felicitación. |
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